Busca en el arsenal de tus palabras
Seguro que encuentras aquella que yo busco
Solías decirla a menudo, cuando creías que dormía.
Se deslizaba susurrante de tus labios a mi oído.
Penetraba y anidaba en la parte del corazón que llaman cerebro.
Llénala, cruel amo, llena mi alma de nuevo