Parí un mundo, en medio de dolor, sudor y sangre.
Parí o vomité no estoy segura por qué orificio le dí vida y le miré orgullosa, mi creación, mi criatura.
Parí sola, sin tu contuvernio, y a mis ojos era perfecto, carne de mi carne gestado en mis entrañas.
Y lo abracé y lo amamanté y lo protegí de viento y marea oculto por mil cobijas
Llegó el día.
Orgullosa lo alcé en vilo y lo expuse al sol.
Y se deshizo entre mis dedos
cenizas
polvo
nada
Ahí está lo que creé con lo que no dijiste, disuelto en el infinito.